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Packaging & Branding para marcas líderes
15 mayo, 2025 / Articulos -
En el entorno minorista tradicional, la función principal del packaging siempre ha sido destacar entre los competidores en la góndola. Sin embargo, en el mercado digital, este paradigma experimentó un cambio fundamental.
El packaging para el comercio electrónico tiene una finalidad totalmente distinta: ya no se trata de competir por la atención en estanterías abarrotadas, sino de crear experiencias memorables al abrir la caja, que impulsen la fidelidad del cliente y la repetición de las compras.
Cuando diseñamos para el e-commerce, nos liberamos de muchas de las limitaciones tradicionales del comercio minorista. No hay estanterías, ni comparaciones de tamaño con productos vecinos, ni una interacción multisensorial inmediata con el packaging. Esta ausencia del contexto físico de la venta al por menor, crea una oportunidad única para replantearse el envasado desde sus principios.
Detrás de cada problema se esconde una solución. Una vez que eliminamos el requisito de que un producto deba venderse solo en una tienda física, creamos auténticas oportunidades para un rediseño disruptivo de los envases.
Las reglas convencionales necesarias para la visibilidad y la comunicación en el lineal desaparecen, lo que nos permite reimaginar la estética del envase con diseños duraderos en lugar de efímeros.
En la tienda física, los productos deben luchar por llamar la atención. En el comercio electrónico, deben crear conexiones emocionales. La experiencia media de unboxing dura solo 22 segundos, una ventana breve pero crucial para captar la atención del consumidor y crear un momento de marca memorable.
Cuando las ventas de e-commerce representan entre el 7 % y el 10 % de los ingresos totales de una marca, es fundamental considerar soluciones de packaging específicas para este canal. El objetivo del envase tradicional es romper el desorden de la competencia, mientras que el envase de comercio electrónico debe provocar decisiones de recompra y compartir en las redes sociales. El paradigma ha pasado de competir a ser recordado.
Las marcas con visión de futuro están aprovechando el comercio electrónico para reimaginar soluciones de envasado sostenibles. Sin necesidad de cautivar compradores desde la góndola, las empresas pueden centrarse en minimizar los materiales y maximizar la reciclabilidad.
Consideremos el caso del desodorante Myro, una marca de venta directa al consumidor que ha reinventado su producto en un envase de plástico reutilizable que utiliza menos plástico que los típicos desodorantes de un solo uso. Los clientes reciben en su domicilio, con frecuencia trimestral, cápsulas de recambio reciclables; así, la sostenibilidad se convierte en un servicio.
Del mismo modo, las marcas innovadoras están desafiando las formas tradicionales. Garçon Wines reimaginó las botellas de vino para el comercio electrónico creando botellas de PET planas, rectangulares y 100% recicladas que caben en las ranuras de correo. Desafiando el supuesto de que las botellas de vino deben ser cilíndricas, consiguieron un importante ahorro de espacio en el transporte, la exposición en tiendas y el almacenamiento, al tiempo que redujeron su huella de carbono: la botella Garçon es un 40 % más pequeña y un 90 % más ligera que las botellas de vidrio tradicionales de la misma capacidad.
Aunque el comercio electrónico está impulsado por la tecnología digital, la clave del éxito reside en armonizar los elementos digitales y tangibles para crear auténticas conexiones emocionales con el público consumidor. El packaging físico representa un punto de contacto crucial en un viaje de compra virtual.
En esta intersección, el packaging se convierte en el medio perfecto para la innovación. La “góndola” virtual se ha trasladado a las redes sociales, donde las experiencias excepcionales de unboxing se convierten en contenidos muy compartibles. Cuanto más extraordinario es el unboxing (o desembalaje), mayor es el potencial viral que crea, ampliando el alcance de la marca mucho más allá del cliente individual.
A medida que avanzamos en este panorama en evolución, los envases pueden parecer simples contenedores. Sin embargo, en la era del comercio electrónico, se están convirtiendo en la encarnación física de la experiencia de marca, por lo que son más importantes que nunca.
Este artículo es una transcripción y adaptación de la nota “The Unboxing Revolution: Reimagining E-commerce Packaging Design” de Hernán Braberman para la plataforma de contenido Plastics Engineering.
Hernán Braberman es Socio y Director Creativo de Tridimage, una reconocida agencia de diseño de packaging con sede en Buenos Aires, Argentina. Su experiencia en branding y diseño estructural ha contribuido a crear y revitalizar marcas de consumo líderes en América Latina y el mundo.
Como conferencista internacional, viaja por el mundo impartiendo charlas, workshops y capacitaciones que inspiran a la industria. Su autoridad en diseño de packaging lo ha llevado a ser jurado en las competencias más prestigiosas del sector y colaborador en publicaciones especializadas a nivel global.
Además, es el creador y anfitrión de Branderman, un podcast en el que conversa con referentes de la industria sobre cómo el packaging puede transformar la relación entre las marcas, los consumidores y el planeta.
Bajo su dirección creativa, Tridimage ha obtenido los máximos reconocimientos del sector, entre ellos Pentawards, A’Design, Ameristar, Estrella del Sur y Vertex Awards, consolidando su compromiso con la excelencia en el diseño sin fronteras.